
Primero el susto, luego la bronca, el relajo, y al final, pura adrenalina. Hablamos de 4 estudiantes de la facultad de arqueología de la UNICEN, quienes en medio de un accidentado viaje entre Las Flores y Tandil, y por culpa del estado de la ruta, perdieron el tren delantero y parte del arbol de levas del auto en que viajaban. Mientras que juntaban los pedazos de motor, detectaron que de uno de los baches que caracterizan a la recién licitada ruta sobresalía una palanca de cambios típica de los vehículos pesados: una gran bocha de acrílico transparente con dos dados en su interior. Sin dudarlo, los entusiastas aprendices de arqueólogo montaron un perímetro típico de las excavaciones profesionales, para obtener una mejor perspectiva de lo que hasta ese momento era sólo una autoparte.
Los primeros análisis muestran que se trata un colectivo de unos 40 años de antigüedad, que habría quedado atrapado en un pozo de la entonces también bacheada ruta provincial, sin haber recibido auxilio a tiempo.

La justicia estaría evaluando, de oficio, iniciar acciones para investigar al grupo de trabajadores que taparon el orificio, como así tambien al secretario de obras públicas de esa época, y toda la linea de mando correspondiente, hasta llegar al, por entonces, mismísimo gobernador Anselmo Marini, que sería la cabeza política responsable del caso. En las imagenes podemos ver a un móvil similar al encontrado en el pozo, y por último al grupo de estatales tapando el crater dejado por los estudiantes.
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